¿Quién es más mágico?
Tengo una pregunta, ¿para vosotros quien es más mágico, el Tió, Papa Noel o los Reyes Magos?
Cuando vamos alcanzando una edad empezamos a preguntarnos cosas, cuando uno es joven cree que tiene todas las respuestas, pregunten lo que pregunten, pero con cincuenta, 49 dicen que aparento, le vas dando vueltas a muchas historias de la vida. Tienes muchos, ¿y si? ese día hubiera decidido no volver a llamarla, ¿tendría la misma familia? ¿Nos hubiéramos conocido más tarde y nuestros hijos ya no serían los que son, pero sin el remordimiento de no haber conocido nunca a los actuales? Si hubiera seguido mi instinto y me hubiera largado a Pamplona a estudiar Económicas -me dieron una plaza-, pero decidí lo más cómodo, medicina cerca de casa, qué hubiera pasado? O entrar en temas más profundos como el sentido de la vida, en el Universo Infinito donde encaja nuestro mundo finito, los Universos paralelos… Lo cierto es que nunca me lo pregunto, pero queda bien dárselas de pensador.
Pero llega un día en que uno palidece ante la gran pregunta, cuando mi hija Emma de siete años se levanta un poco las gafas, nos mira a todos mientras cenamos y lo verbaliza.
-Tengo una pregunta, ¿para vosotros quien es más mágico, el Tió, Papa Noel o los Reyes Magos?
Los cuatro nos quedamos callados, hay preguntas que te dejan perplejo y otras que no tienes ni idea que responder. Nadie, nunca jamás me había preguntado algo como eso, y eso que me han preguntado muchísimas cosas, y de lo más estrambóticas: ¿Si fueras un general ruso y vieras que viene un misil, sólo un misil atómico desde USA, lanzarías todos los misiles nucleares de la URSS, uno o ninguno? ¿Si un tiburón persiguiera a tu familia y a ti, ¿te quedarías el último para que te comiera? ¿Qué prefieres morir ahogado o que te corten en cuatro trozos?, ¿y en cinco?
Así que la jefa de siete años cogió la palabra y nos resolvió las dudas.*
*Intento recordar las palabras lo más ajustadas posibles, ponedle la voz de una niña de siete años.
“Mirad el más mágico tiene que ser el Tió, que es un tronco, que tiene una boca pintada y puede comer, y la mayoría de veces come mandarina, deja la piel y se come la fruta con unos pies que son tronquitos. A lo que vamos, pela la fruta con un trozo de madera que le hace de manos, que a mi que tengo dedos me cuesta bastante pelar algunas mandarinas o naranjas, después se la come por una boca dibujada que no puede ni abrirla, y para terminar lo mejor, la comida se mete dentro y se convierte en juguetes, chocolatinas, chucherías, libretas, lápices, colores, un año sacó una pizarra con sus tizas, ¿os acordáis? Y lo caga todo, con su paquete de regalo y todo. Que puede ser más mágico que esto.
Después, con el número dos, vendría Papa Noel, que tiene unos renos que vuelan, sin alas ni nada y los animales vuelan. Que los Unicornios pueden tener alas, esos pueden volar, pero los renos, solo con los cuernos van por el cielo tan tranquilos, y encima llevan la carroza de Papa Noel llena de juguetes y con Santa Claus encima, que está muy gordo. O sea, vuelan y llevan un montón de peso y van a toda velocidad para repartir todos los regalos. Este año, a Papa Noel le dejaremos una carta como todos los años, dando las gracias, pero también le voy a preguntar como se lo hace para volar con unos renos que no tienen alas y que muevan todos esos regalos a toda velocidad. Dirá que es magia, pero eso es mucha magia.
Y para terminar los Reyes Magos, esos son los menos mágicos. Hacen cabalgatas en todos los pueblos y ciudades, y son tres para repartir, ayudados por un montón de pajes, nada comparado con todo el trabajo de Papa Noel. Lo único mágico es que pueden estar en muchos sitios a la vez, pero tampoco van a todos los países, a Suecia no van -allí tenemos unos amigos y nos lo contaron-, y tienen menos lugares para repartir en el planeta. Yo los pondría en el tercer lugar, seguro.”
Bien, ante tal razonamiento todos le dimos la razón, seguro que llevaba tiempo pensándolo e intentando responder a una de las preguntar más complejas que se había realizado nunca. Probablemente sea poco útil la respuesta, como muchas de las respuestas que buscamos, cuando la mayoría de veces no existe tal respuesta, sólo tenemos la pregunta.
El Tió ya está en casa, y hoy ha terminado su primera mandarina, pero mi hija se ha quedado extrañada, “¿cómo es que la piel de la mandarina tenía algún grano de arroz pegado, es que el Tió también puede cocinar, de dónde ha podido salir?” -Ayer cenamos arroz con tomate y recogimos la piel de mandarina que me tomé de postre-. Los pequeños detalles, tenemos que cuidar los pequeños detalles, la madre de todos los grandes errores. Cuando ha terminado de hablar no he contestado y me he puesto a mirar la tele, le he preguntado que estaba viendo en la televisión, me ha mirado, me ha dicho que Boing y se ha quedado pensando en el nuevo poder del Tió, puede crear nuevos alimentos, no solo caga regalos, también puede cocinar alimentos, y así no comerá solo mandarinas.. No puedo imaginar que pasa por esa cabecita.
Esta historia es totalmente cierta.